Caducidad de la Instancia

El objeto principal del presente documento es solicitar la declaración de caducidad de la instancia en un proceso judicial, en virtud de la inactividad de las partes durante un período determinado, con el fin de poner fin al procedimiento y dejar las cosas en el estado previo a la interposición de la demanda.

Los sujetos jurídicos relevantes son el actor (parte que promueve la solicitud de caducidad) y el Juez (autoridad encargada de resolver la petición). La solicitud se realiza en nombre del compareciente que actúa en el expediente y en su representación, en ejercicio de las facultades que le confiere la ley.

Las obligaciones en favor del solicitante consisten en demostrar que, desde la última actuación procesal, han transcurrido más de 120 días sin que ninguna de las partes haya promovido acción alguna para reactivar el proceso, comprobándose mediante simple examen del expediente. El Juez tiene la obligación de declarar procedente la caducidad si se cumplen los requisitos legales, y ordenar que las cosas queden en el estado en que estaban antes de la presentación de la demanda.

El procedimiento requiere que la solicitud se formule por escrito, señalando claramente los hechos y fundamentos jurídicos, y acompañando los elementos de prueba que acrediten el cumplimiento del plazo de inactividad. La caducidad puede operarse de oficio o a petición de parte, desde el primer auto dentro del expediente hasta la citación para oír sentencia, siempre que se cumplan los requisitos del artículo 1076 del Código de Comercio.

Las consecuencias jurídicas de la declaración de caducidad incluyen la extinción del proceso y la restauración del estado anterior, dejando sin efecto las actuaciones posteriores a la inactividad. Además, se ordena que las partes soporten las costas procesales generadas por la solicitud.

El plazo establecido para que opere la caducidad es de más de 120 días contados a partir del día siguiente a la notifi